Capitulos: "MI OTRA MITAD"

sábado, 8 de junio de 2013

(Madre e Hija)
-hija, como ya sabes,  por lógica yo protegía a una persona como a cualquier otro ángel se les asigna  una. Solo que nunca pensé que pasaría  a más  de lo que yo era, solo un ángel guardián,  tu padre era esa persona a la cual yo tenía que proteger, y nos enamoramos profundamente, solo que eso no se permite, por eso yo renuncie a mi encomienda, por ti  y por tu padre, porque los amaba y no había otra cosa que me hiciera más feliz que estar a su lado.

Esas palabras hicieron que lo más profundo de mi ser se estremeciera, de haber sabido eso,  me hubiera tragado mis palabras, jamás las hubiera dejado salir, de haber sabido que para mi mamá era algo muy importante ser un ángel guardián.

Pero si mi padre se enamoró de su ángel guardián, puede ser que Elías….no no..  que ridiculez, por favor si apenas lo conozco, es.. es una tontería.

Mi corazón latía cada vez más rápido con el simple hecho de pensar que podría haber algo entre nosotros, algo más que compañeros de baile y ángel guardia. Mis mejillas  ardían, mi respiración agitada,  le demostraba a mi mamá lo nerviosa que me ponía y la pena que demostraba al ver la imagen en la mesa.

Mi madre suspiro  y mostro una leve sonrisa mientras me abrazo, me dijo que lo pensara y que la decisión que tomara seria la correcta, no importara cual fuera.
Me fui a mi habitación y  me recosté en mi cama, no dejaba de pensar en lo que mi mamá me había dicho, estaba perdida, mi  cabeza estaba a punto de explotar , así  que tome un baño bien frio para despejar mi mente, me cepille los dientes y dormí un rato.

 Mi imaginación volaba, empezaba a creer que, podría haber una razón por la cual Elías sería la persona a quien debería proteger.

Me desperté temprano como todos los días y camine por las calles de la Rose y la avenida Sedinton, para despejar  mi mente compre una malteada y admiraba el paisaje,  me encontré a  la señora Esmeralda que siempre sale a regar las flores de su negocio, es una florería, allí puedes encontrar las flores más hermosas  que te puedas imaginar.

-hola, mi niña, como esta todo?-dijo  mientras habría la tienda.

-muy bien gracias, tal vez tendré una oportunidad para representar los papeles principales de un baile en un mes.

-oh, pues eso parece muy emocionante, todavía recuerdo mis tiempos de juventud, como nos encantaba bailar, claro no tan hermoso como el tuyo mi niña-dijo sonriendo  y tomando mi mano.

Me parece, una señora encantadora, si me preguntaran quien  puede dar las flores más hermosas  del mundo, seria ella. Creo que para que alguien pueda dar unas flores como esas,  tiene que ser tan encantadora como ella. Además habla con las flores como si estuvieran  vida, ella dice que todo lo que nos rodea tiene que ser tratado con delicadeza  y gentileza.

Creo que tiene razón, en este mundo sin sentimientos, no encontramos muy a menudo gente  como esa.
Mientras admiraba las hermosas creaciones, que florecían en su huerto que se encontraba en la parte de atrás de su negocio, sentí un tirón  en mi pecho , algo que me hacía sentir preocupada, miraba para todos lados, mi subconsciente buscaba algo o más bien a alguien, de repente empecé a correr, correr, buscando …
No sabía exactamente que era, pero era algo importante algo que me hacía sentir angustiada, mi corazón latía tan rápido y mis emociones estaban a mas no poder, cuando en mi mente se reflejaba una imagen algo borrosa, a alguien, una persona pidiendo ayuda, estaba en problemas en un lugar algo parecido a una colina muy elevada, caía y caía por las escaleras de cemento, mientras mi mente procesaba las imágenes me di cuenta de que aquella persona a la que yo estaba viendo era Elías y que estaba en peligro.

En el instante todo lo que me había enseñado mi madre y Lázaro, se activó en un instante, mi mitad ángel estaba dispuesta a protegerlo así que tome impulso desde la punta de un callejón y mientras corría, sentía como salían de mi un par de alas blancas que remontaron el vuelo hacia donde yo creía que era “La Colina Somer”,  pero no pude ver a nadie cayendo por las escaleras de la colina, como lo había visto en mi mente, sino que solo alcanzaba a ver a alguien dirigiéndose a las escaleras, no alcanzaba a ver quién era exactamente,  por la distancia que mantenía, cuando me tuve que acercar para a ver mejor, pude notar que era Elías quien estaba dispuesto a bajar la colina por las escaleras, me di cuenta que si no me apresuraba, la secuencia de imágenes que se reflejaron en mi mente, era un premonición, y no hacía falta ser tan inteligente para darse cuenta de que si no me apresuraba, podría ser demasiado tarde.

Mientras mis alas desplegadas en el aire mostraban toda la velocidad posible, mis manos se estiraban para tratar de alcanzarlo antes de poner un solo pie en las escaleras, me aceleraba, lo único que pensaba era tratar de detenerlo. ¿Qué pasaría si no llegaba a tiempo?, no  podía ni siquiera imaginarlo.

A unos pocos metros de su encuentro,  mire de reojo a los lados y se notaba como el agua de la lluvia de anoche, quedo acumulada en pequeños charcos, cuando fijo de nuevo la vista hacia Elías, note como se resbalaba con uno de los charcos próximos a las escaleras…

No….nooo…no llegare.. yo,  Dios no… yoo…

¡Eliaaaas!

Mis ojos estaban cerrados, pero mi cuerpo se aferraba a algo,  era  Elías que estaba entre lazado en mis brazos, con la mirada hacia el suelo, estaba volando o se puede decir  que lo había conseguido, lo alcance en el último momento, conseguí protegerlo.

No lo soltaba  estaba tan feliz, pero él por el contrario estaba, asustado; claro, de repente estaba a más de 2 metros del suelo suspendido entre el aire con la única cosa que lo sujetaba, “yo”.

Busque un lugar seguro en donde pudiera dejar a Elías y saliera sin que pudiera ver mi rostro, no quería que en este momento supiera que era  yo,  así que encontré un camino con muchos  árboles gruesos y grandes que podían cubrir perfectamente a una persona y aun ángel guardián.

Cuando aterrice, baje a Elías con cuidado porque estaba todavía consiente y no quería que me notara, lo acomode en una de las bancas  blancas  que encontré y cuando me disponía a irme sin dejar rastro dispuesta  a levantar el vuelo antes de que me descubriera, oigo a mis espaldas.

-qui …. quien …. eres… tu ..?- con una voz que no articulaba muy bien las palabras, Elías se dirigía a mí, apenas pudiendo entre abrir los ojos.

Así que no lo dude ni un minuto y levante el vuelo, aunque sabía que me había notado Elías, aunque no me había reconocido aun, no iba a esperar a que lo hiciera.

Mientras me apresuraba, volando entre las nubes y admirando el paisaje, calculaba que podría llegar todavía a los ensayos de la primera hora. Así que  mientras aterrizaba  y me escabullía para que no me vieran, deje mi forma de ángel y entré a los camerinos para cambiarme de ropa y entrar lo antes posible a la clase.

Mientras corría hacia el salón, trataba de inventar una buena excusa, para evitar un buen regaño.

-Buenos días, siento llegar tarde pero …. tuve un imprevisto antes de venir.

-Más bien buenas tardes, señorita-Dijo madam Amed, mientras fruncía el ceño y  cruzaba sus manos- con una mirada de “Ensayaras hasta morir”.

La entiendo, ya había dado mi promesa, de que me comprometería con ella y los ensayos con Elías, pero de que serviría si lo deje abandonado en la colina,  sabía que aunque hubiera recuperado  el conocimiento no podría llegar a tiempo aunque tuviera alas, (algo gracioso porque yo si llegue volando a la academia,  y que por poco no me dejarían  entrar),  me imagino que después de los ensayos correctivos de madam, me hará una serie de preguntas acerca de mi retraso y me  tendría que compensarlo de algún modo u otro.


Mientras me cambiaba después de recibir los azotes de madam Amed con las rutinas de entrenamiento, espere unos cuantos minutos para que madam siguiera con el interrogatorio que empezó hoy por la mañana,  pero note que no había nadie en su oficina así que, lo primero que paso por mi mente fue:  “el estacionamiento” -  fue lo que se me ocurrió después de que muchas de mis compañeras preguntaron sobre las audiciones y las hojas que tendríamos que llenar  para las inscripciones de los ensayos,  pues todavía no nos los  había dado  para poder tener un lugar entre tantas personas que quieren los papeles principales.

jueves, 6 de junio de 2013


"Mi otra mitad": El secreto parte 2

("El secreto" : parte 2)

Cuando de repente madam, coloca a Elías  a un lado de mi, diciendo que bailaria un “pas de deux” con él, cuando entonces  empecé a sentir un calorcito en mi pecho, mi estómago se contrajo, de repente estaba muy nerviosa,  por el hecho de pensar que Elías seria mi pareja de baile, por una muy buena razón, madam sabe algo que yo no sé, pero no quiero averiguarlo solo me intriga la idea  de hacer un dúo,  solo eso, ya que nosotros debemos de ser uno solo bailando. 
  
Elías no es esa persona la cual me de la inspiración que necesito, pues lo conozco desde que  entre a esta academia. Lo único que sé es que Elías es una persona muy especial, que dice siempre lo que piensa  y su tono cínico al hablar me incomoda. Pero por alguna razón, parecía emocionado porque bailaríamos juntos.

Empezaba la música, comenzamos a bailar; como todo baile en pareja el me cargaba, mientras yo ejecutaba diferentes movimientos.  Su mano estaba en mi cintura y  hacia que fuera más difícil  para mí, contener los nervios.

Pero mientras danzábamos los dos,  bueno casi solos, teníamos  la compañía de madam,  me envolvía la música y cada momento,  hacía que los movimientos  de mi cuerpo y de él se conectaran, los hacían más delicados y momentáneos, esto hacía que la danza que ejecutábamos fuera perfecta, como si nos hubiéramos vuelto uno solo  y supiéramos que es lo que el otro realizaría después de cada tiempo.

Fue raro sentir  que podíamos hacer un magnifico dúo y que podríamos llegar a interpretar a los personajes principales.
Por un momento,  el calor de mi cuerpo subió a mis mejillas, ese momento era verdaderamente incómodo, para que mis pensamientos empezaran a imaginar cosas que eran imposibles entre él y yo.

Madam noto mi rostro ruborizado  y al terminar el baile me llamo para platicar en su oficina.
-Cielo por favor, ven a mi oficina-dijo madam, mientras yo me disponía a seguirla guardando mis zapatillas y mi traje, Elías tenía una cara de espanto como si madam me fuera a decir algo terrible.
Pero yo seguí caminando, madam ya estaba en su oficina, se encontraba sentada y organizando unos papeles.

-siéntate querida, quiero platicar un poco -dijo con una voz tierna. Me miraba con una sonrisa diferente, no como  la que pone cuando nos recibe en el salón de baile, esta era como si tuviera un plan de sabotaje  y era sumamente gracioso por que reflejaba unos ojos picaros después de  haber cometido una travesura.
Empezó preguntándome si quisiera hacer los papeles principales, por lógica yo siempre quise protagonizar a la joven Giselle. Pero sabía que no sería tan fácil y me pondría más presión en los ensayos que de costumbre.

-claro que sí, eso es lo que más deseo. Mi voz era de desesperación.

 –entonces no se diga más Elías y tu tendrán que venir  por las tardes todos los días yo los preparare para las audiciones- dijo madam con un pequeño gesto de motivación.

-sí, claro tenga por seguro que allí estaremos. Me sentía tan feliz a pesar que sabía que tenía que ver a Elías todos los días y bailar con él, pero no había notado lo bien que bailaba, cuanto talento tenia y dentro de mí, sentía que ya lo conocía.

Pero bueno regrese a casa, ya había olvidado por la emoción que tenía entrenamiento con mi mamá y el ángel Lázaro, quien me diría por fin a quien debía de proteger, estoy algo emocionada porque ya ha pasado mucho tiempo desde que soy mitad ángel.

Como pensaba ya estaba allí Lázaro y mi madre sentados hablando de cosas que en realidad no sabía en absoluto.

-cielo, que bueno que ya llegaste, tenemos algo que decirte, siéntate.

-hola cielo, espero que no te hayas olvidado de mi-dijo Lázaro.

-claro que no, como podría olvidarlo, eres a quien más quería ver- dije sarcástica- bueno y  que es lo que me quieren decir?

–me imagino que tienes una idea de lo que te  vamos a contar, la persona a la que deberás proteger es a alguien que ya conoces, así que será más fácil que puedas hablar con él.

Esperen dijo “él”,  creo que escuche bien,  que es un hombre a quien debo de proteger.  Por dios, si apenas socializo con las chicas de mi edad, quieren que proteja a un hombre, como…como esperan que haga eso.
-Bueno dejémonos de rodeos, díganme ya quien rayos es.

Habiendo dicho esto, Lázaro saca una imagen en la que podría saber quién sería él. Me quede atónita, no podía hablar, como podía ser él a quien yo debía de proteger, no podía reaccionar, miraba la imagen detenidamente.

¿Cómo podría protegerlo, él se enteraría de  mi secreto, tengo una conexión con su alma y la mía?
De repente dentro de mi cabeza se empezaron a  formular una serie de preguntas  y dudas que requerían ser contestadas.
Mi madre me miraba preocupada, y notaba en mí, cierto desacuerdo con la imagen que no podía dejar de ver.
-Estas bien cielo, te noto algo incomoda, quieres té-dijo mi mamá con la mirada fija en mí.

-no, no…mamá gracias, estoy bien. Mi voz era algo temblorosa no podía hablar normal, a pesar de mi capacidad de fingir ante Lázaro, a quien no le parecía raro mi estado emocional al ver la imagen, me imagino que él ya se esperaba mi reacción.

Deje la foto en la mesa y suspire, trate de calmarme y mire a Lázaro y le deje la mirada fija por varios minutos.

-tú ya sabias de esto, tu sabias quien era esa persona ¿verdad?  ¡Contesta!-dije algo molesta.

-si, por supuesto, siempre lo he sabido, pero no era el momento para decírtelo.


-No, era el momento….  espera  el momento, no te apresures, yo  ya estoy harta de estas cosas, yo tengo derecho a elegir, no crees?- termine gritándole haciendo que mi mamá entrara   a la velocidad de la luz.

Mamá tiene un gran oído y con mi voz tan estruendosa, me pudo haber oído desde el primer momento en que le dirigí la palabra a Lázaro. Mi mamá mostraba una cara de  desánimo, mientras se disponía a poner los vasos llenos de agua en la mesa.

–Lázaro creo que eso es todo, ya te puedes ir-decía mamá con desaliento.
Lázaro asintió con la cabeza y desaparecía  dejando un rastro de plumas blancas.
Mamá me voltio a ver y me dijo que si yo quería, podía dejar de ser mitad ángel, ella buscaría una solución para que fuera una jovencita como las demás.- Esas palabras me dejaron petrificada, había hecho sentir mal a mi madre, me hizo sentir la persona  más mala del mundo.

-Lo siento mamá no era lo que quería decir, solo que todo ha sido tan rápido que no recuerdo  cual fue la última vez que tenía la libertad de elegir, porque no soy solo un objeto al que pueden tomar posesión y ordenarle. Me gusta ser mitad ángel porque tú lo fuiste y me fascina la idea de ser la mejor protectora.

-hija hay algo que no te he dicho aun-dijo mamá desviando la mirada.
No podía creerlo “faltaba más”, ahora que podría ser  peor que esto, saber que la persona a la que yo debo de proteger  es…


¡Elías!

martes, 28 de mayo de 2013

 "Mi otra mitad" Capitulo 2:  "El secreto"
("SEGUNDA PARTE")
Estaba tan agotada como para poder  seguir despierta así que cuando desperté, mamá estaba a lado de mí, diciéndome  que lo que me había pasado,  a ella también  le ocurrió y que es algo que yo herede, no entendía nada hasta que apareció un joven vestido  de ropas blancas con las mismas alas que yo, en sí, un ángel por lo que pude entender.
 Me explico que mi otra mitad era angelical - mitad ángel, eres una de las pocas personas que heredan lo que tu madre tubo por nacimiento.

No lo podía creer, mi madre era un ángel que renuncio a sus alas  y a todo lo que en realidad era por enamorarse de papá y que me lo había ocultado por, que no era el tiempo ni el momento.
Que a esta edad,  es cuando debería de florecer mi otra mitad y que ahora se me otorgara una misión con un solo propósito. “Proteger a alguien”.  Cómo haría yo tal cosa, ni siquiera me han preguntado si quiero ser mitad ángel o si me agrada la idea de cuidar un completo desconocido.

-No te preocupes, todo estaba planeado desde que nos enteramos de tu nacimiento, fue muy duro para tu madre ocultarte esto, pero era necesario que no lo supieras,  además que correrías un gran peligro, no eres la única con esta situación, así que deberás  apegarte  a las normas como a todos los que han estado en tu posición.
-Pero a quien rayos tengo que cuidar?

-Lo sabrás a su tiempo y por ahora te ensañaremos a controlar tus poderes  y que entiendas que a aquella persona que ha sido destinada para ti desde tu nacimiento,  es la única que te complementara.

Pero que ..que rayos tengo puesto, es como los trajes que utilizo para bailar en los eventos  de mi academia de ballet, es hermoso pero es completamente blanco y con brillantes plateados.

-Tu traje es conforme a tu esencia, te personifica, así como tú defensa, quiero decir que en cualquier momento utilizaras tus  habilidades, las utilizaras para proteger a él o a ella, será especialmente tú técnica.

Mientras me admiraba en el espejo, y  tocaba mis alas, mi madre me decía que me veía hermosa y que estaba tan feliz por que tuviera  un propósito  como ese,  que ella también estaba en  mi situación a mi edad.
 Pero cuando dijo eso, la mire y le dije que no estaba muy convencida sobre querer ser  mitad ángel. No hizo más que abrazarme y decirme que era mi destino y que poco a poco me daría cuenta que estaba hecha para eso.

Mi madre me enseño a controlar mis emociones y concentrarme para que pueda transformarme cuando lo necesite, me enseño a controlar mis poderes  y lo más difícil de todo era volar, no creí que fuera tan difícil,  en mis sueños se veía tan fácil y tan emocionante que la primera vez que intente volar  mi desequilibrio me hizo hacer un aterrizaje forzado,  golpeándome con las ramas de un árbol.

Pasaron muchos días de práctica, fueron  después de algunas semanas, cuando por fin pude perfeccionar mi técnica de defensa y de vuelo, aun no me han dicho quién es la persona  a la que debo de proteger, pero no  me emociona tanto, quien sabe si será tan bueno como mi mamá dice que es, llegar a proteger a alguien.

Me levante temprano para ir a mis clases de danza, mientras   de paso me encontré a Elías, no es un gran amigo pero es mi compañero de clases, así que lo salude cuando me trataba de llamar con una señal de mano.
-hola, vas de camino?
-Em..si .
La verdad no me  molestaba que caminara a mi lado, pero siempre me ha incomodado su mirada siempre me mira y eso me pone algo nerviosa, pero en ese momento tenía prisa y no tenía tiempo para tonterías.
-Oye..
-sí, que pasa?
En mi casa aremos una pequeña reunión, irán todos los chavos de la clase, te quería invitar no sé si te gustaría ir el sábado por la tarde. –si gracias me encantaría ir. El sonrió y dejo salir un suspiro lo cual me puso más incómoda que nunca.

Entramos al salón y  madam Amed, nos explicó que pronto habría audiciones para el nuevo montaje de la historia de Giselle un ballet que  se realizaría en 3 meses. Para entonces  las audiciones estaría listas y lo más pronto posible,  los ensayos. Claro que yo quiero participar, y hare mi mayor esfuerzo para lograr tener el papel de Giselle, aunque no soy la única también esta Elizabeth y Mitchell mi mejor amiga.
Mitchell es una persona muy agradable y risueña es una gran bailarina de ballet pero no tiene los suficientes recursos para pagar la escuela,  madam la ha apoyado mucho,  le ha otorgado media beca, es un gran apoyo ya que Mitchell tiene talento.

Las cosas no llegan con solo quererlas, tenemos que demostrar que vale la pena, el esfuerzo que todos nosotros hemos echo para estar aquí, en la academia, madam fue una de nuestras primeras maestras y aun nos sigue impartiendo clases algunas veces.


A mí me trata como una niña, me muestra cada paso y cada movimiento  a un ritmo lento para que  distinga, como debe de ser, no es que no me sepa el baile y sus movimientos,  pero según madam dice que a veces debemos de mirar  las cosas desde el inicio para poder ejecutar  con exactitud el  movimiento, creo que así podremos mostrar cada paso con la mayor perfección posible, cuando debemos entrar en la música, nos ponemos en posición y comenzamos el baile para las audiciones, madam pidió el permiso para que nos pueda enseñar el baile solamente a nosotros,  creo que ha visto algo especial  que en  nosotros no hemos descubierto aun, pero ya me canse de sorpresas, prefiero que todo salga al a luz cuando sea el momento. 

No pienso  descubrirlo, ya es mucho para mí ser mitad ángel y cuidar a quien sabe qué  persona, para que  empiece con más secretos que saldrán algún día de estos.